Reflexion I - Mas y mas cosas

Prácticamente desde el inicio de la humanidad, ésta siempre ha querido más y más, pero ¿ te has parado a reflexionar, a reflexionar de verdad, sobre la locura consumista de los últimos 10-15 años, de esa desaforada tendencia a tener más y más y, en la mayoría de los casos, simplemente por tener, no por necesitar ?

·         Una nueva casa más grande y más lujosa.

·         Un coche nuevo, más potente, mas grande o mejor, uno para cada uno.

·         Viajes a lugares exóticos.

·         Salidas de fin de semana

·         El gimnasio, la sauna, los masajes

·         Una televisión mas grande, un equipo de sonido mas potente, una blackberry, el navegador para el coche….

·         Ordenadores y internet para todos, aunque los niños solo lo utilicen para chatear en el Messenger o colgar fotos en el facebook

·         Inglés, karate, danza…. para los niños

·         Y para los niños también, no pueden ser menos que sus amigos, la DS, la Wii, las zapatillas de marca, la semana blanca, las celebraciones de cumpleaños, la moto….

·         Y tantas y tantas cosas más.

Parece que, en esos últimos 15 años, de repente, hayan surgido infinidad de necesidades no satisfechas y de las que no habíamos sido conscientes hasta entonces; de repente no podemos vivir sin móvil, sin coche, sin viajes, sin gimnasio, sin 100 canales de televisión, sin ordenador, sin internet………….

Pero no es solo que no podamos vivir sin el móvil o sin internet, sino que esta sociedad a conseguido que se convierta en una adicción y, en muchos casos, “nos ponemos de los nervios” si perdemos el móvil o nos da problemas la conexión a internet.

Evidentemente, esas nuevas necesidades no han surgido de la nada; los medios de comunicación, en especial la televisión, y su incesante publicidad nos han acabado convenciendo de que vamos ha ser mas alto, mas guapos y mas felices si tenemos más cosas; y nos lo hemos creído.

Y eso no es lo mas grave: han convencido a los adultos, de que los niños van ser mas felices si tienen un móvil, la DS, la Wii…………, el carnet de conducir, la moto, el coche…… (Bueno, aquí entraría también la comodidad de los padres, pero…)

Nos hemos creído que sin todas esas cosas no podemos ser felices, ni nosotros ni nuestros hijos, y hemos comprado y comprado, acumulado y acumulado y hemos comprado tanto, que no es raro encontrar en los cubos de basuras, infinidad de objetos que apenas se han usado o incluso ni siquiera se han abierto (ahora, ciertamente, cada vez menos), y que decir de los “juguetes” de los niños, tantos que algunos solo han visto la luz el día del cumpleaños, Papa Noel o Reyes, y luego han quedado abandonados en algún rincón.